Carta No. 1... Confieso


Confieso que soy muy maniático, que odio la frialdad y que no tengo amor propio pues toda esa vanidad es puro artificio para cubrir lo que tanto nubla mi precaria existencia… confieso que uno de mis mayores placeres es dormir largo y sin interrupciones, que detesto que las personas hablen como gritando y que adoro los silencios,… confieso que soy muy torpe para las matemáticas y que a veces siento que no sirvo para nada más que para escribir,… odio mis pies, mis orejas y a veces también este cabello.

Confieso que no soy orgulloso, que prefiero el jugo que cualquier otra bebida, bueno una coca-cola siempre cae bien,…confieso que me gusta caminar mientras todos duermen, confieso que disfruto al máximo del tequila y que me pierdo en el placer de los chocolates,…Confieso que no hay mejor lugar que el mar, que no hay mejor momento que el atardecer… confieso que adoro la noche, estrellada o nublada,…que intento salir poco cuando es mediodía, pues detesto sudar mientras camino.

Confieso que nunca caeré en lo que todos caen, confieso que nunca morirá el amor que te tengo, que agita y martilla hoy mi corazón…confieso que siempre te amaré… que te extraño a rabiar , cada noche, cada instante, cada minuto …Confieso que soy un estúpido ,un idiota que no supo valorar todo el amor que un día me diste, Confieso que siempre recordare como un loco tus lindos ojos, tu pelo tan suave, tu piel tan delicada, tu cuello, tus manos …tu cuerpo...Confieso que cada noche imaginare tu voz, tan tierna y tan hermosa…Confieso que entiendo que se te acabe el amor pues es difícil amarme, (lo sé mejor que nadie),…Confieso que te escribiré mientras viva, mientras pueda,…que en cuanto acabe estas líneas, secaré con rabia las lágrimas que hoy se me escapan en el silencio que me tortura… Confieso que nunca terminaré de saber quien soy, que no sé de donde vengo, que no sé a donde mierda voy…. Y que no voy a cambiar por más que el mundo me lo pida…Y confieso que aunque nunca pienses volver, siempre te esperare y si esto me condena a la durísima soledad, confieso que te extrañaré más de lo que puedas imaginar.