Aprendí


Mientras Marcos y yo caminábamos zigzagueantes, por la gran cantidad de licor que habíamos bebido, me hablaba casi gritando de las caderas de Fátima, su más reciente amante; preferí no prestarle mayor atención, mi prioridad era mantener el equilibrio para evitar caer de boca. Yo no veía bien y conservo un recuerdo borroso de las calles que fueron testigo de tal vez la más brillante idea de la madrugada: sentarnos al borde de una vereda a conversar sobre el amor.

Guardé silencio, como intentando meditar, antes de empezar…Marcos me interrumpió dándome un manotazo en la parte superior de mi espalda: “¡Tú, que tanto escribes debes saber bien como es el jodido amor!”... yo sonreí con cara de idiota (el alcohol provoca que casi nunca deje de reír) y cuando me disponía a dar mis nociones sobre el amor, Marcos me preguntó: “¿Has visto que buena está Sofía?” … yo asenté con la cabeza pues no había que ser muy observador para confirmar que Sofía era tal vez nuestra más guapa (y voluptuosa) amiga…iba a referirme a Sofía mientras sentíamos una ligera llovizna caer sobre nuestras caras, cuando Marcos se me adelantó: “Eso es, Sofía es un amor, ella si representa el amor,…” yo volví a asentar con la cabeza y levante mi índice derecho a la altura de mi cara para empezar a comentarle a mi buen amigo y compañero mis ideas (no tan claras) sobre el amor, pero Marcos con otro manotazo en mi espalda rompió otra vez el silencio: “¡El amor mueve el mundo querido amigo! ¡Mueve a todos!”… y soltó una risa que hasta ahora no termino de entender, risa que yo acompañé con otra sonrisa medio forzada que sin duda alguna me hacia presentar una cara de idiota inigualable.

Pocos segundos después Marcos miró el cielo de aquella madrugada de octubre y me dijo: “Sabes amigo, amar es lo peor que puedes hacer en esta vida, porque las mujeres son más prácticas que nosotros, si ya no nos quieren nos tiran como basura y se buscan a cualquier otro, te lo digo yo que me he enamorado dos veces, las mujeres son así,..” Yo no comparto esa idea, creo, a diferencia de Marcos, que el amor siempre trae algo mejor en la vida, que ennoblece al ser humano; pero aquella vez únicamente atiné a mirar el suelo y asi descubrir que la llovizna se había convertido en lluvia, no tan intensa, pero lluvia al fin…luego miré el cielo sintiendo caer sobre mi rostro las gruesas gotas y cuando me disponía a hablar, Marcos rió escandalosamente y me dijo en medio de sus risas alborotadas: “el amor sólo se hace amigo, sólo se hace, sino preguntémosle a Fátima,…ella si entiende de amor, si lo hace como una diosa, dímelo a mi que hace tres noches la tuve en mi cama, ahí nada más sin hacer tanto escándalo, me hizo el amor como nadie, ella entiende de amor, vamos a preguntarle” ..poniéndose de pie rápidamente y estirando el brazo derecho para que algún taxi se detuviese: “Vamos a ver a Fátima para que veas las caderas deliciosas que tiene” …yo volví a sonreír (otra vez poniendo cada de idiota), aun sentado al borde de aquella vereda y antes de que emitiera respuesta alguna, mi buen y embriagado amigo Marcos me dijo, ahora menos alegre y subiendo a un taxi: “Tú te la pierdes, luego hablamos, nos vemos” ...vi a aquel pequeño auto blanco desaparecer en la avenida. Pasados unos minutos fui a mi casa (hasta ahora no sé bien como hice para llegar), me di un baño de agua fría y dormí creo que hasta el día siguiente.

Hoy que llegan a mi mente algunos detalles de aquella madrugada llena de desenfreno pero sobre todo de licor; recuerdo que cuando Marcos y yo decidimos hablar sobre el amor fue él quien expuso todas sus ideas y yo, debido a mi estado y a sus interrupciones guardé silencio durante todo el rato… ahora cada vez que bebo más de la cuenta y me propongo escribir, pongo en práctica lo que aprendí aquella madrugada gracias a los manotazos de Marcos, a sus interrupciones, pero sobre todo a las tonterías que dijo…aprendí a guardar silencio en vez de decir o escribir cualquier estupidez sobre el amor. Te daré siempre las gracias por eso buen amigo Marcos.